miércoles, 15 de octubre de 2014

AMANECERES ROSAS

Ojalá todos los días el amanecer fuera rosa, pero no, hay amaneceres rosados, otros nublados y otros casi negros.

Hay días de esos en los que sólo te apetece acurrucarte debajo de las sábanas y no salir, primero amanece lloviendo, luego el trabajo no te cunde lo que habías pensado, te pillas un trancazo de madre y muy señor mío con fiebre incluida, tienes una reunión con la profesora a la que desearías no haber asistido después de salir una hora antes de tu trabajo, lidiar con el tráfico, el estres, y por último, lidiar con la estupenda y encantadora profesora de tu hijo, pero esa ya es otra historia que será contada en otra ocasión.

Hoy prefiero recordar amaneceres rosados de estos días de atras:



O esos atardeceres del final de verano, con nubecillas rosas y todo:




 Aunque al final no haya nada mejor que un donuts de chocolate para alejar los malos rollos:


Sí....hay algo mucho mejor!, la sonrisa de mis chicos!:



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